Banco de Chile es una corporación que contribuye al desarrollo del país, siendo su principal propósito generar condiciones para el desarrollo de las personas y las empresas, acompañándolos con soluciones adecuadas a sus diferentes etapas en ese proceso de desarrollo. Se describen como una corporación líder conectada al mundo, con una prestigiosa tradición de negocios. Cuenta con una red de sucursales presentes en gran parte del país, cajeros automáticos y otros canales de distribución electrónicos. Proporciona productos y servicios financieros a grandes corporaciones, pequeñas y medianas empresas y a personas.
Trabajadores
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Sector Industrial
Servicios Financieros
Para potenciar el crecimiento y progreso de las pequeñas y medianas empresas, en 2016 Banco de Chile inició un proceso de revisión de la segmentación comercial de sus clientes, con el objetivo de ajustar la oferta de valor a las necesidades actuales y específicas de cada una de las pequeñas y medianas empresas. La estrategia, está basada en los atributos de asesoría, agilidad, cercanía, capacitación y financiamiento, en relación a mejorar el acceso al crédito de las pymes. Por ello, Banco de Chile fue reconocido por el fondo de garantías para pequeños empresarios, como la institución financiera con “mayor contribución al crecimiento de los financiamientos FOGAPE”, al colocar más de 9.000 operaciones por un monto de MM$151.000, en una participación de mercado de un 28% de los montos financiados con esta garantía estatal.
Formación universitaria
En cuanto a la asesoría y la capacitación, se firmaron nuevas alianzas con la clase ejecutiva de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la que se sumó a los convenios ya existentes con la Universidad Adolfo Ibáñez, Endeavor – eClass y con el Programa de Desarrollo de Empresarios (PDE) de la Universidad de los Andes. A través de estas alianzas, se capacitaron más de 3.000 mil pequeños y medianos empresarios, tanto en la modalidad presencial como de e-learning. En tanto, cerca de 8 mil clientes pymes asistieron a los 72 encuentros, seminarios y charlas que realizadas a lo largo de todo del país.
El primer concurso nacional Desafío Emprendedor, tuvo la finalidad de potenciar y dar visibilidad a los emprendedores del país. Para ello, se realizó una convocatoria a nivel nacional a todos los micro y pequeños empresarios con propuestas originales y amigables con el medioambiente y la comunidad. Este concurso, organizado en conjunto con “Desafío Levantemos Chile”, contó con el patrocinio de CORFO, se inscribieron 15.968 emprendedores, de los cuales 300 fueron seleccionados a nivel nacional. Ellos participaron en talleres de capacitación, con la finalidad de adquirir herramientas técnicas y de conocimientos aplicables a sus negocios, como educación financiera, endeudamiento responsable, modelo de negocios, sostenibilidad y trabajo colaborativo. Posteriormente, se organizaron 15 ferias en regiones, en las que participaron los 20 mejores emprendedores de cada región con la finalidad de dar a conocer y comercializar sus productos, generando así nuevos negocios y redes de contactos. Se estima que las ferias fueron visitadas por un total de 15.000 personas en todo el país. La premiación y los reconocimientos, se realizó en marzo de 2017, en el marco de un Festival de Emprendimiento en Santiago.
Crédito “Desafío Emprendedor”
En 2016, se entregaron 33 créditos de Desafío Emprendedor para ayudar a mejorar las condiciones de negocio de estos emprendedores, accediendo a una solución financiera en condiciones solidarias y así reducir el nivel de morosidad, otorgándoles incentivos especiales, como la devolución del total de los ingresos de su crédito a quienes pagan la totalidad de sus cuotas. Además, los microempresarios pueden acceder a la cuenta “Chile Emprendedor”, que no tiene costos de apertura ni mantención y que el Banco CrediChile, desarrolló especialmente para quienes participan en los programas de emprendimiento de Desafío Levantemos Chile. De esta manera, se busca que los microempresarios logren administrar de mejor forma los ingresos y gastos de su negocio.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.