SQM es una compañía global con foco en una variedad de industrias estratégicas para el desarrollo humano,tales como la salud, la alimentación, las energías limpias, y la tecnología que mueve al mundo. Cuenta con 5 líneas de negocio; Nutrición Vegetal de Especialidad (NVE), Yodo y derivados, Litio y derivados, Potasio y Químicos Industriales. Cuenta con una red de oficinas comerciales en más de 20 países, comercializa sus productos a clientes en 117 países de todo el mundo. En sus 50 años de historia SQM apuesta en innovación y desarrollo tecnológico, con fuertes inversiones en capital humano avanzado y una clara estrategia de corto, mediano y largo plazo. Como herederos de la industria del salitre, han reinventado la industria en 5 exitosas líneas de negocio, de la mano de una sólida posición financiera.
Trabajadores
4691
Sector Industrial
Minería
En la localidad de Pintados, cercana a las operaciones de SQM en la Región de Tarapacá, la compañía ha trabajado desde 2009 en un plan de apoyo a la agricultura local campesina. La principal problemática de este grupo de agricultores, es que la salinidad del terreno requiere de preparación y limpieza previa al cultivo, los sumado a la falta de agua y la escasa utilización de tecnología, les lleva a preferir el uso de prácticas tradicionales de cultivo y riego, que no optimizan la utilización de los recursos naturales disponibles. Conscientes de la necesidad de generar un desarrollo agrícola sustentable integrando nuevas tecnologías y optimizando la utilización del agua, en 2017 la empresa desplegó un equipo de agrónomos asesores, para iniciar una nueva etapa de trabajo con la finalidad de propiciar nuevas formas de cultivo y diversificar la matriz productiva de la localidad. El programa se inició con pruebas de nuevas técnicas y tipo de producción, como la plantación de melones en ½ hectárea, en los que una parte de ellos se plantó en suelo preparado y otra en fibra de coco, con la finalidad de hacer comparaciones entre dos técnicas, estudiando la posibilidad de generar cultivos que no dependan del tipo de suelo. Los resultados de este estudio se verán a fines de 2018, y su éxito abre nuevas posibilidades de aumentar la producción, calidad y tipo de cultivo. Adicionalmente, y considerando la experiencia obtenida en la producción de uva vinífera en el Salar de Atacama en Antofagasta, se introdujeron en Pintados, 1.200 plantas de parras con injerto de diversas cepas, las que fueron distribuidas entre cinco agricultores para ver su desarrollo y la posibilidad de producción en el desierto. Sus resultados se verán a fines de 2018, pero generan gran expectación, ya que es primera vez que se utilizan injertos de uva en lugares con las características climáticas y de suelo de Pintados.
Como parte de este trabajo, SQM es miembro de la mesa de trabajo para el desarrollo y fomento productivo agrícola de la localidad de Pintados, donde también participan la Municipalidad de Pozo Almonte, el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, INDAP, el Programa de Desarrollo de Acción Local, PRODESAL de Pozo Almonte; la Compañía Teck-Quebrada Blanca y los propios agricultores. El objetivo es definir una estrategia y proyectos que beneficien a los agricultores de las organizaciones locales: Asociación Indígena Aymara Tierras de Jehová, Asociación Indígena Aymara Juventud del Desierto y la Cooperativa Agrícola Nuevo Amanecer. Esta iniciativa beneficia a 50 agricultores de las tres agrupaciones y en 2017, se continuó con los trabajos de recuperación de suelo a la vez que implementaron proyectos para el mejoramiento en infraestructura de riego, con la construcción de estanques acumuladores, con un sistema de conducción tipo californiano y riego por goteo, apostando a un tipo de cultivo más sustentables en el uso de recursos hídricos y energía. Durante el período de comercialización, los agricultores utilizaron adhesivos y bolsas con el logo de la marca Colonia Agrícola de Pintados, en sus productos, marca que fue producto del trabajo conjunto desarrollado en la mesa.
Como parte de su compromiso con el desarrollo sustentable, SQM ha implementado un plan de manejo ambiental de Tamarugos, en el marco de su RCA para el proyecto Pampa Hermosa. El plan, diseñado para poder controlar los eventuales efectos en la población de Tamarugos prosopis tamarugo,presentes en la Pampa del Tamarugal y el sector de Llamara, es producto de la disminución del nivel del agua subterránea. Este plan establece medidas mitigación, reparación y compensación. Dentro de ellas, encontramos la producción de plantas de tamarugos en vivero, a partir de semillas recolectadas para la conservación de germoplasma de los mismos; control fitosanitario y el programa de educación ambiental, a lo que se suma el programa de manejo sustentable de la especie para los ganaderos de la zona y el programa de plantación de tamarugos.
La conservación ex situ de germoplasma de tamarugos, consideró la recolección de semillas en la región de Tarapacá, en sectores de bosque nativo y plantación dentro de la Reserva Pampa del Tamarugal. Actualmente, las semillas recolectadas conforman un patrimonio genético de la especie “Prosopis Tamarugo”, único en el país, las que se encuentran en dependencias de INIA en la localidad de Vicuña. Parte de las semillas recolectadas durante 3 años de trabajo, han sido germinadas en un vivero ubicado al interior de la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, para luego ser plantadas en terreno. Como parte del programa de plantación, se ha incrementado la existencia de tamarugos en los sectores de Llamara y Bellavista, lo que ha permitido plantar 5.522 ejemplares en Bellavista y 247 en Llamara, sumando un total de 5.769 nuevos ejemplares de esta especie endémica. Durante 2017, todos estos árboles han sido regados y monitoreados por SQM.
En forma adicional y considerando que esta experiencia es única, se desarrollaron previamente pruebas de sistemas de riego destinadas a definir el sistema y frecuencia de riego de las plantas para lograr su establecimiento en terreno.
Otra parte importante de este programa, es el control fitosanitario, para lo cual se realizan cuatro controles cada año para identificar plagas; identificar poblaciones; especies de insectos y para detección temprana de plagas. Por otra parte, los estudios de productividad han permitido medir la cantidad de frutos y hojas que se producen, y de esta manea estimar la carga animal que podría mantenerse para el desarrollo de la ganadería en los sectores que CONAF ha definido. Destaca en este plan, el programa de educación ambiental, que considera cuatro visitas educativas al año al centro de educación ambiental de la Pampa del Tamarugal, CEDAM, también entregado por SQM para la administración de CONAF, el cual además recibe turistas y alumnos durante todo el año. Cabe destacar, que toda la información y conocimiento generado por estas actividades y estudios complementarios, nutren el programa de educación ambiental que se realiza junto a CONAF y está disponible para ser materia de otros estudios de interés científico.
Para promover el desarrollo de las comunidades, SQM ha impulsado un plan de fomento agro-productivo, basado en la innovación, la sustentabilidad y la rentabilidad con una red de apoyo público-privado. Es así como en Socaire y Talabre, construyeron invernaderos con fondos de CONADI y la SEREMI de Agricultura. El objetivo fue desarrollar proyectos productivos, innovadores que entreguen conocimiento para generar alimentación durante todo el año y evitar la migración. Desde mayo de 2017, en Socaire y Talabre, junto con las comunidades indígenas atacameñas, SQM aporta asesoría técnica e insumos, con la finalidad de incrementar la producción sobre las 4.000 lechugas mensuales. Los invernaderos fueron implementados para siembra de flores de corte y producción de frutillas y ajíes. En cambio, en Quillaguase, ubicado a orilla del río Loa, tiene escasos servicios básicos y es el punto más seco de la tierra. En este contexto, se trabajó en un sistema productivo, que propicia un retorno financiero de corto plazo y de producción intensiva. Se construyó un invernadero hidropónico con sistema NFT, energía solar, que máxima la utilización de agua. El proyecto, ha permitido la creación de una cooperativa, una reconversión de sistemas productivos, mientras que a su vez genera trabajo y mejora la calidad de vida de los habitantes. Actualmente, mantiene un contrato de abastecimiento con Aramark y trabaja con INDAP, SERCOTEC, el Programa Juntos y con la Fundación de Innovación Agraria. En 2017, la Cooperativa Hidropónica de Quillaguase, recibió el premio GS1 al emprendimiento.
En Talabre, la producción de alfalfa se realiza en terrazas de pequeña superficie, de baja productividad y alto consumo de agua. El proyecto implementado, apunta a la generación de un sistema productivo de forraje en alfalfa, con riego automatizado y producción intensiva. Se recuperaron terrenos agrícolas para permitir el uso de maquinaría agrícola de cosecha y la construcción de una bodega de guarda. Inicialmente, se habilitaron 16 predios, uno para cada agricultor jefe de hogar, quienes obtuvieron un rendimiento promedio de 17 ton/ms/ha de alfalfa por temporada. El proyecto ha aumentado su superficie de producción en otros 25 predios.
Por su parte, en la localidad de Toconao no tenían proyectos agrícolas productivos e innovadores que entregaran un valor agregado. Por ello, nació el proyecto para la producción de vino de mesa “Vino Ayllu”, generado por comunidades indígenas, potenciando el turismo en la zona. Un equipo multidisciplinario conformado por vinicultores, agrónomos, enólogos y diseñadores, dieron asesoría técnica y el acompañamiento para su creación. En 2017, se agrupan en una cooperativa, sus 19 viñateros más una asociación, logrando una producción de 9 toneladas de uva, que equivalen a 7.500 botellas de vino Ayllu de distintas cepas, las que son comercializadas en la V Feria Costumbrista – Vendimia Toconao. En esta actividad, 61 familias fueron favorecidas, además de restaurantes locales y tours operadores, los agricultores de vino Ayllu celebraron ante más de 10 mil asistentes, su cosecha.
El sector alimentario y el sector agrícola ofrecen soluciones claves para el desarrollo y son vitales para la eliminación del hambre y la pobreza. Gestionadas de forma adecuada, la agricultura, la silvicultura y la acuicultura pueden suministrar comida nutritiva a todo el planeta, así como generar ingresos decentes, apoyar el desarrollo centrado en las personas del campo y proteger el medio ambiente. Pero ahora mismo, nuestros suelos, océanos, bosques y nuestra agua potable y biodiversidad están sufriendo un rápido proceso de degradación debido a procesos de sobreexplotación.
A nivel mundial, el número de personas en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio y la crisis provocada por el COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada del Instituto Mundial de Economía del Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias económicas de la pandemia, podrían incrementar la pobreza en todo el mundo, afectando a un 8 % de la población mundial. Esta sería la primera vez, en 30 años, en que la pobreza mundial aumente.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
El 30.7% de la superficie terrestre está cubierta por bosques y estos, además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, pues protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena. Al proteger los bosques, también podremos fortalecer la gestión de los recursos naturales y aumentar la productividad de la tierra.