La Compañía de Cervecerías Unidas, CCU, es una empresa chilena productora de bebidas, fundada en 1902. Es controlada por Inversiones y Rentas S.A., propiedad de la filial Quiñenco del Grupo Luksic y la neerlandesa Heineken International, los que conjuntamente poseen el 60% de la empresa. La compañía produce tanto bebidas alcohólicas como no alcohólicas, y también opera en el área de alimentos. Tiene operaciones en Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay. Es la principal cervecera nacional y la segunda en Argentina. Es una de las principales productoras de pisco en la región y participó en la producción de dulces entre 2004 y 2015.
Trabajadores
6469
Sector Industrial
Alimentos y Bebidas
CCU comercializa múltiples categorías de bebidas con alcohol como cerveza, pisco, vino y destilado, entre otros. Hace 26 años adoptó el compromiso de ser un actor relevante e implementó su Programa de Promoción en el Consumo Responsable de Alcohol 360°.
Este programa es una estrategia integrada de acciones que invita a los distintos actores de la sociedad a trabajar activamente para educar e informar sobre el consumo responsable de alcohol y prevenir el consumo de alcohol en menores de edad.
Sus principales acciones son:
– Charlas Educar en Familia: Taller dirigido a padres, madres y apoderados para la prevención del consumo en menores de edad. Se entrega información técnica y herramientas comunicacionales para fomentar el diálogo formativo en la familia. (Las cifras de impacto de este programa se encuentran en la sección Comunidades).
– No Venta de Alcohol a Menores: Campañas en alianza con clientes de CCU, focalizadas en botillerías y almacenes con patente de alcoholes, que busca reforzar la Ley de Alcoholes e invitar a los vecinos a unirse a que los menores de edad no accedan al alcohol por compra de adultos. En 2019 se lanzó esta campaña por cuarta vez, implementándose en las botillerías y almacenes con patente de alcoholes de la comuna de Santiago y, para Fiestas Patrias, en fondas de las comunas de Antofagasta, Copiapó, Coquimbo, Viña del Mar, Temuco y Concepción.
– Campañas de Consumo Responsable y Seguridad Vial: Campañas publicitarias a la sociedad reforzando la incompatibilidad entre consumo de alcohol y conducción, educando en respetar las leyes del tránsito y conducción segura, especialmente en Fiestas Patrias y Fin de Año. En 2019 CCU desarrolló las campañas de Fiestas Patrias y Año Nuevo con foco en seguridad vial, para educar en buenas prácticas relacionadas, por ejemplo, con no consumir alcohol si se va a conducir. En la campaña de Fiestas Patrias se plasmaron las alianzas suscritas con CONASET y Fundación Emilia, dando continuidad al trabajo de larga data en conjunto con Carabineros de Chile, a partir del mensaje “Modelos a Seguir”, que se mantuvo en la campaña de fin de año.
– Códigos de Autorregulación Corporativa: CCU cuenta con un Código de Comunicaciones Responsables dirigido a sus trabajadores, agencias de marketing, publicidad y productoras para que respeten e incorporen los conceptos del Consumo Responsable de Alcohol. (Ver detalles más adelante, en la sección Nuestros Consumidores).
En el marco del Programa de Consumo Responsable de Alcohol CCU 360°, la compañía realizó 63 charlas del Programa Educar en Familia en establecimientos educacionales, centros penitenciarios y la Escuela de Formación Penitenciaria de Gendarmería, además de trabajadores CCU. En ellas participaron más de 2.500 personas. Tras más de veinte años de vigencia del programa, han sido impactadas más de 80.600 personas. Adicionalmente, en alianza con Fundación Emilia, se efectuaron 33 charlas de educación vial, que contaron con la asistencia de más de 800 personas.
Por su parte, VSPT Wine Group realizó charlas a través de su programa “b.b.bien” para trabajadores agrícolas.
Consumo Responsable de Alcohol
Adicionalmente, otras marcas continuaron implementado diversas iniciativas con una mirada sustentable, como Heineken, que difundió por tercer año consecutivo la campaña “Cuando manejes, nunca bebas” y “Disfruta Heineken responsablemente” tanto en Chile como en Argentina.
El programa CRECCU busca hacer crecer a sus clientes micro y medianos (dueños de almacenes, botillerías, fuentes de soda, restaurantes y locales al paso), brindándoles asesorías especializada y financiamiento.
La compañía les ofrece financiamiento a bajo costo para que el cliente pueda comprar productos CCU, aplicando 0% de interés si paga dentro de los plazos establecidos. Cada año se suman nuevos clientes al programa, quienes han logrado que sus emprendimientos crezcan y se proyecten: en 2019 se alcanzó los 9.000 participantes, donde un 80% son clientes que han permanecido más de un año en el programa, utilizando en forma correcta y sustentable la herramienta.
En 2019 se implementó un piloto del programa CreCCer JUNTOS, para potenciar a pequeños clientes no bancarizados mediante capacitación financiera, que genere impactos positivos en sus negocios.
El piloto se llamó “Proyecto Modelo de Desarrollo Sustentable del Canal Tradicional” y participaron 30 almaceneros de las comunas de Lo Espejo, El Bosque y Pedro Aguirre Cerda. Mediante una app diseñada para este proyecto, estos clientes adquirieron, durante 3 meses, diversos contenidos, como herramientas de venta, contabilidad, manejo de costos e incluso estrategias para mejorar la exhibición de productos o para llevar a cabo ofertas.
Su implementación fue positiva. Un 90% de los participantes completó las visitas del programa de manera exitosa; un 70% realizó más del 90% de las cápsulas de la app y más del 56% incorporó nuevas prácticas como llevar un inventario, agregar el protocolo de saludo y poner atención al orden y limpieza.
La compañía en 2009 lanzó su Visión Medioambiental 2020 con metas claras en materia de emisiones, residuos y agua. CCU se planteó valorizar el 100% de sus residuos industriales, alcanzando en 2019 un 98,8%.
Los residuos sólidos industriales generados anualmente en las operaciones de CCU en Chile y Argentina corresponden, principalmente, a residuos no peligrosos (más de un 99,9%). El total de residuos de la compañí , entre residuos peligrosos y no peligrosos, fue de 264.540 t en 2019.
En materia de iniciativas, CCU continuó avanzando en el APL Cero Residuos a Eliminación en las siete instalaciones con las que participa: Planta Quilicura, Temuco, Modelo, Molina y los Centros de Distribución de Quilicura, Curauma y Santiago Sur. Además, colabora en el desarrollo del APL de Ecoetiquetado de SOFOFA, que busca incidir en la preferencia de compra del consumidor y educarlo en temas de reciclaje.
La compañía también participa en el Sistema Integrado de Gestión de Envases y Embalajes, en el marco de la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP), coordinado por la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile, AB Chile. En 2019, se inició la implementación de un programa piloto en la comuna de Providencia, llamado “Mi Barrio Recicla”, buscando que los vecinos de 2.145 edificios de la comuna reciclaran en sus propias comunidades, sin necesidad de ir a los Puntos Limpios o de reciclaje, ya que el sistema se hace cargo de la recolección.
Además, CCU siguió colaborando con los Recicladores de Base a través del “Programa REP posicionando” de
SOFOFA, apoyando la capacitación y certificación de 90 personas de las ciudades de Valparaíso y Concepción, logrando que un total de 255 Recicladores de Base se hayan certificado desde 2017.
Junto a otras empresas, la compañía adhirió al Pacto Chileno de los Plásticos, y así avanzar hacia una economía circular, mediante la campaña “Circula el Plástico”. Además, se sumó al desafío “Chile sin Basura 2040”, instancia liderada por Kyklos, que busca reducir, reutilizar y reciclar el 100% de los residuos generados para el año 2040.
Pallets Elaborados con Cabos Reciclados de la Patagonia
CCU incorporó a sus operaciones 60.000 pallets plásticos fabricados con cabos o cuerdas desechadas por la industria pesquera de la Patagonia Chilena, los que se traducen en 570 toneladas de material reciclado.
Estos desechos son recolectados por el Sindicato de Pescadores de Puerto Aguirre y el reciclador local Recollect, para ser transformados en nuevos productos a través de la iniciativa “Atando Cabos”, de la empresa de reciclaje y fabricación Comberplast.
Con esta iniciativa, CCU promueve la economía circular, transformando los residuos en un nuevo recurso.
Muebles Reutilizables para Puntos de Venta Fabricados con Tapas Plásticas Recicladas
El nuevo proyecto, en alianza con la empresa MbM y desarrollado por las áreas de Trade Marketing, Abastecimiento y Sustentabilidad de CCU, es una iniciativa que está ejecutándose en las diferentes cadenas de supermercados del país. Este proyecto surge de un lineamiento corporativo en torno a elaborar exhibidores de productos o campañas, a partir de la propia gestión de residuos industriales. Los muebles están hechos con tapas plásticas recicladas y además son reciclables, fomentando la economía circular.
Marcas con Propósito
CCU promueve que sus marcas potencien la relación con los consumidores desde su Propósito, en las distintas instancias o puntos de contacto y comunicación, para que se hagan parte de los compromisos que promovemos.
En 2019, CCU avanzó en la consolidación del enfoque de marcas con propósito en cinco de sus marcas: Cachantun, Bilz y Pap, Gatorade, Crush y Misiones de Rengo.
El plan “Motivados por lo Natural” de Cachantun invitó a las personas a vivir en forma sana a través de la actividad física, y fomentando la relación con otros y el cuidado del Medio Ambiente. Así surgió “Plazas para Chile”, una iniciativa conjunta con Fundación Mi Parque que transforma espacios públicos deteriorados de comunas vulnerables en áreas recreativas y deportivas. De esta manera, Cachantun impactó la vida de más de 5.000 familias y 20.000 personas, restaurando dos plazas en las comunas de San Bernardo y Renca.
A través de la plataforma Reciclaje en Modo Bilz y Pap, se promueve la educación en el reciclaje y fomentando la reutilización, anclado en la creencia de que los niños son los mejores recicladores (movilizadores) de sus casas. La marca se enfoca en conectar la reutilización con los niños y sus familias a través de la diversión en familia. Algunas de las iniciativas del 2019 contemplaron talleres de reutilización en eventos como Kidzapalooza y Nabilzpap, implementación de contenedores de reciclaje en eventos y kermesses y difusión de cápsulas de reutilización en las que Bily y Maik enseñan a confeccionar creaciones, entre otras.
Crush, bajo el lema “Ni uno queda fuera” realizó el Crush Power Music, festival de música al que asistieron más de 20.000 personas y en el que, para que las personas con discapacidad auditiva pudieran vivir la experiencia, se utilizó las tecnológicas mochilas Subpac, que vibran al ritmo de los sonidos.
En tanto, Gatorade se comprometió con el desarrollo del deporte nacional, principalmente en aquellos que están en etapa formativa. Su propósito es ser el hidratador oficial de las futuras generaciones, entregándoles herramientas para su preparación y así alcanzar nuevos triunfos. No solo lo hacen tangible mediante eventos deportivos, programas de colegios o auspicios al Fútbol Joven de la ANFP, sino también mediante un modelo de economía circular a través del reciclaje de vasos deportivos en todas sus carreras, entregando, en alianza con el Ministerio del Deporte, kits de implementos deportivos a colegios de bajos recursos. Este año se reciclaron más de 2 toneladas de vasos plásticos de los puntos de hidratación y se entregaron 300 kits con más de 100 elementos deportivos en él.
Misiones de Rengo con su propósito, “Inspirar a las personas a creer en sus sueños”, decidió donar parte de sus espacios publicitarios y en las botellas de sus vinos, para que emprendedores pudieran dar a conocer sus negocios. Tras la inscripción en elpoderdecreer.cl, se seleccionaron 10 emprendimientos.
Además, Bilz y Pap, Pepsi, Limón Soda, Crush, Misiones de Rengo, Tarapacá y Viñamar, entre otras marcas de la compañía, implementaron procesos de reutilización de afiches publicitarios, junto a Marketgreen. En 2019 se reusaron 8.288 m2 de material, el cual fue transformado en estuches, bolsas reutilizables y otros artículos. Esta cifra se traduce en la compensación de 4.351,2 kg de CO2.
Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible es fundamental garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal. Sin embargo, en muchas regiones se enfrentan a graves riesgos para la salud, como altas tasas de mortalidad materna y neonatal, la propagación de enfermedades infecciosas y no transmisibles y una mala salud reproductiva.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.
Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.