BCI abrió sus puertas en 1937 como una sociedad anónima de giro bancario. Desde su inicio el objetivo principal fue atender el sector productivo del país, enfocado principalmente a la pequeña y mediana empresa y a las personas. Desde sus orígenes, el banco se ha caracterizado por la calidad de servicio, espíritu innovador, y un decidido propósito de atender a los distintos segmentos de la economía. Esta orientación fue una de las bases que se propuso la empresa desde su fundación, con su primer Directorio, integrado por Juan Yarur Lolas y otros destacados empresarios. Hoy es uno de los bancos más importantes del país, con numerosas sociedades filiales que complementan y apoyan su giro, con más de 300 puntos de contacto en el país, oficinas en el extranjero, miles de clientes provenientes de diferentes mercados, con alrededor de 10.500 colaboradores. El banco apunta a satisfacer y resolver las necesidades financieras de personas y empresas, ofreciendo una amplia gama de productos y servicios bancarios, buscando constantemente mejoras en sus operaciones, productos y servicios.
Trabajadores
10605
Sector Industrial
Servicios Financieros
Programa de apoyo a las pymes y al emprendimiento basado en una comunidad abierta y colaborativa, que entrega soluciones, herramientas y contenidos de valor a todos los emprendedores y pymes de Chile (clientes y no clientes).
Desde el 2021, es impulsado por Bci y sus socios: Microsoft, Pontificia Universidad Católica de Chile, y Multigremial Nacional de Emprendedores. En mayo de 2021, Bci lanzó la plataforma digital
Valor Pyme, un espacio abierto y colaborativo que reúne herramientas y contenidos gratuitos, para que emprendedores y pymes accedan a soluciones financieras y recursos que les permiten ampliar sus capacidades de gestión
Avances 2023:
Durante 2023, el programa agregó a su oferta:
282.000 empresarios en comunidad Valor Pyme
• Apanio, plataforma de e-commerce con foco en la microempresa
• Contabilidad gratuita, solución de acceso a sistema de contabilidad para todas las empresas
• Viaje de digitalización, ruta que contempla tres etapas: evaluación via herramienta TED 2.0; recomendaciones y asesoría vía mentorías; acceso a soluciones y herramientas digitales
• Test de sostenibilidad para las pymes, via herramienta configurada, que disponibiliza la autoevaluación de Sistema B
• Desafío de innovación abierta en Imagine Spark
A nivel mundial, el número de personas en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio y la crisis provocada por el COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada del Instituto Mundial de Economía del Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias económicas de la pandemia, podrían incrementar la pobreza en todo el mundo, afectando a un 8 % de la población mundial. Esta sería la primera vez, en 30 años, en que la pobreza mundial aumente.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.