Enel Chile es parte del Grupo Enel, multinacional italiana y uno de los principales operadores integrados en los sectores de energía y gas natural del mundo con presencia en 37 países en los cinco continentes. En el negocio de generación, la compañía cuenta con una capacidad instalada de más de 6.351 MW, con un parque generador compuesto por 103 unidades a lo largo del Sistema Interconectado Central (SIC), y 8 unidades en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING). En 2017 la producción eléctrica alcanzó los 17.073 GWh, mientras que las ventas de energía sumaron 23.356 GWh. En el ámbito de distribución, Enel Chile cubre un área de concesión superior a los 2.105 Km2 abarcando 33 comunas de la Región Metropolitana. Esto representa el 40% del total de ventas de las distribuidoras del país, siendo la empresa de comercialización eléctrica más grande de Chile. Enel Distribución opera cerca de 16.832 kms. de líneas de media y baja tensión. Durante el 2017, comercializó un total de 16.438 GWh, atendiendo a 1.882.394 clientes
Trabajadores
669
Sector Industrial
Energía y Combustible
El proyecto consiste en otorgar apoyo económico a estudiantes de Educación básica, media y superior, de tal manera que les permita cubrir gastos educativos, tales como aranceles, vestuario, útiles escolares, hospedaje, traslados, entre otros.
Esta iniciativa busca fomentar la permanencia y continuidad de estudios en el sistema escolar, focalizados en el acompañamiento y promoción de la educación como motor del desarrollo en las diferentes etapas educativas de los niños y jóvenes, incluyendo también a las generaciones más antiguas que desean educarse.
Estos alumnos provienen de sectores rurales y pertenecen, mayoritariamente, a etnias indígenas, ubicadas en sectores aledaños a las centrales y plantas. El proyecto se enmarca dentro de los compromisos adquiridos por la Compañía a través de la Resolución Exenta N°10/97 que autoriza la construcción de la Central hidroeléctrica Ralco, específicamente, al programa de desarrollo de largo plazo para reasentados. Por otra parte, considera acuerdos voluntarios adquiridos con la municipalidad de Alto Biobío y las comunidades indígenas vecinas a las centrales Pullinque, Pilmaiquén y juntas de vecinos del parque eólico Renaico.
Esta iniciativa se encuentra en simetría con los objetivos de desarrollo sostenibles de las Naciones Unidas (ONU) y su enfoque es desarrollar una línea de trabajo que busca contribuir a la equidad en el acceso y permanencia de los estudiantes en la educación formal..
Esta iniciativa consiste en la restitución de 6 hectáreas de bosque prístino a la comunidad Mapu Pilmaiquén, en las cercanías de la central hidroeléctrica Pilmaiquén, en la región de Los Lagos. La restitución de este territorio se ha convertido en un proyecto icónico y particularmente exitoso en cuanto al valor económico generado a la comunidad y a la conservación de la biodiversidad, el cual fue inaugurado en febrero de 2019.
La comunidad tiene la administración del Parque y realiza una gestión de turismo sostenible. Durante 2019 y hasta antes de la pandemia el parque había recibido más de 6 mil visitantes. Las personas de la comunidad trabajan al interior del Parque como acompañantes de los turistas, y el ingreso recibido por el cobro de entrada es destinado al pago de los trabajadores y a la conservación del espacio natural.
De igual modo, el Parque la Isla se ha transformado en una oportunidad de desarrollo del comercio local, en cuanto se ha abierto el espacio para que artesanos de la zona puedan vender sus productos a los visitantes.
En términos de conservación de la cultura mapuche, este es un espacio donde se promueve la cosmovisión de este pueblo originario, a la vez que se sensibiliza acerca de la importancia de la conservación de la naturaleza a los turistas.
Este modelo de trabajo se convirtió en un caso de referencia entre el ámbito privado y las comunidades
indígenas, y fue presentado en Ginebra en noviembre de 2018, en el marco del Foro de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Durante el año 2020, Enel Distribución Chile consideró que para minimizar la generación de residuos era imperativo homologar en cada uno de ellos un procedimiento de recepción, separación y cuantificación del material recuperado de la red de distribución. El objetivo fue dar nueva vida a materiales que pueden ser valorizados y que podrían encontrar destinos insospechados. Los resultados a este procedimiento fueron principalmente disminuir la generación de residuos que tenían como destino final el vertedero (gestión lineal del residuo) y reducir el consumo de materias primas y recursos naturales para la generación de nuevos productos (materia prima para la gestión en economía circular). Los resultados del año 2020 demuestran que este simple proceso de gestión de recepcionar, separar y cuantificar es un éxito, ya que redujo en un 44% la disposición de residuos.
Nuevos ciclos de vida de postes de hormigón
El proyecto consideró una evaluación técnica y económica de reciclar el hormigón de postes retirados de la red de baja y media tensión con el objetivo de reutilizar ese material para fabricar nuevos postes y/o darle una nueva vida útil al desecho como material de estabilizado para obras civiles de Alta Tensión. Con esto, se evita el descarte final del residuo y se reduce la compra de materia prima (gravas) para la fabricación de nuevos postes y/o la generación de estabilizado para las obras civiles.
El proyecto recupera el 100% del hormigón (4.560 ton/año) y el 80% del acero (240 ton/año) que componen los postes, lo cual disminuye el volumen de residuos peligrosos y no peligrosos generados y que irían a disposición final, como también disminuye el consumo de áridos para la fabricación de nuevos postes y de estabilizado.
Generación de biomasa a través de la disposición final de los residuos de podas Entre los tipos de residuos que pueden ser valorizados es la poda de los árboles generada del mantenimiento de la red de distribución que, gracias a una gestión sustentable del residuo, se transforma el 100% en biomasa. Dicha poda se destina a gestores de residuos sustentables que los convierten en biomasa, compost o biofiltros para el tratamiento de aguas servidas, evitando la emisión de al menos 1.200 ton de CO2eq a la atmósfera en 2020. El modelo se está revisando para crear uno aún más sostenible y circular que involucre comunidades, alianzas con otros stakeholders, y catálogo de productos con valor agregado.
A través de este programa se habilitan nuevas conexiones para entregar energía eléctrica de calidad, permitiendo el
acceso a este servicio con altos estándares de seguridad, promoviendo conductas de pago y hábitos de consumo responsables. Así mismo, se generan instancias de educación en temas de seguridad eléctrica, gestión de residuos, cuidado del medioambiente, cambio climático, salud, bienestar y prevención de riesgos eléctricos en el hogar y talleres de eficiencia energética.
En 2020, a través de este proyecto, se vieron impactadas 3.700 personas con 920 nuevas conexiones eléctricas en los campamentos Media Luna II; El Estero de Lampa; Vicente Reyes; Luna de Haití y El Esfuerzo de Maipú.
La Eco-Sede es una construcción de infraestructura bio-sostenible en cuyo diseño y edificación participó la comunidad de Cerro Obligado (comuna de Coronel), ya que fue una solicitud de los vecinos, que la Compañía apoyó y finalizó su construcción en 2020. Este lugar se transformó en un espacio de conexión entre los vecinos, que antes no existía, y cuenta con las habitaciones necesarias, habilitadas para personas con discapacidad, para que la comunidad pueda reunirse.
En este proyecto también se involucró la Asociación Sembra, quienes colaboraron para llevarlo adelante, teniendo la economía circular y la valorización de residuos como principio a seguir. Así es como la aislación térmica de los muros es de paja seca, proveniente de sectores agrícolas de la Región del Biobío; el sistema constructivo consiste en una pared, hecha de pallets, a base de una estructura de madera impregnada; y los revestimientos exteriores e interiores son a base de revoques de tierra cruda, del propio terreno y otros aledaños, combinada con aplacados de madera nativa. En total, el 75% de los materiales de la eco-sede son naturales y reciclados. De igual modo, el uso de materiales como madera, paja y barro, permitió lograr buena eficiencia energética, que se potenció con un diseño que buscó la máxima ganancia solar térmica y una buena ventilación cruzada.
Sembra también colaboró con la capacitación de vecinas de Cerro Obligado en el oficio de bio-constructoras y ecocarpinteras.
La participación de mujeres en la edificación y la fabricación del mobiliario fueron elementos clave en el diseño y ejecución de este proyecto, asegurando el acceso a oportunidades de desarrollo para mujeres y aplicando criterios de equidad de género.
Junto con la Eco Sede, se construyó un Eco-Parque de los Sentidos, orientado especialmente para niños y niñas, con el fin de que accedan a experiencias sensitivas, desarrollen su capacidad de percepción y reconozcan su entorno y medio ambiente.
Desde los principios de Value 500, se destaca que el Eco-Parque tiene todas las adaptaciones necesarias para recibir apropiadamente a las personas en situación de discapacidad física, en línea con lo dispuesto con la ley de accesibilidad universal.
En un contexto de escasez de recursos hídricos en la cuenca del río Biobío, producto de una extrema sequía que se prolonga por más de 10 años a la fecha, peligra seriamente el abastecimiento pleno de los derechos de aprovechamiento de aguas utilizados por el sector agrícola, consumo humano y saneamiento en la cuenca del río Biobío. Adicionalmente la baja de caudales afluentes a la cuenca redunda en afectación a las actividades turísticas y ambientales lo que genera problemas a las comunidades riberanas al río Biobío y sus afluentes.
Durante 2020, la Compañía llevó a cabo un acuerdo operacional para la gestión de los derechos de aguas para generación de electricidad acopiados en el embalse Ralco, de propiedad de Enel Generación Chile, los cuales a través de una disminución en su tasa de extracción, buscan garantizar con los volúmenes almacenados, el pleno acceso al recurso hídrico por parte del sector agrícola de la cuenca del río Biobío (aprox. 60.000 hás) y el sector sanitario (consumo humano y saneamiento), representado por aproximadamente 1.000.000 de clientes, en una época de extraordinaria sequía.
El acuerdo suscrito – una práctica inédita y de carácter voluntaria que va más allá de lo exigido en la ley- tiende a entregar certeza hídrica, que se traduce en la posibilidad que diversos usuarios del río, representados por los sectores agrícolas y sanitarios puedan captar a cabalidad el recurso hídrico, dado el acopio de aguas en el embalse Ralco, y sus tasas de extracción que garantizan que el volumen de agua almacenado alcance al menos hasta el 15 de marzo del año 2021, sorteando de esta manera la época de estiaje de la cuenca, cuando los caudales afluentes de forma natural se ven disminuidos por las bajas precipitaciones e inexistencia de deshielos.
Esto trae un impacto significativo para el sector agrícola, a quien se le garantiza el término exitoso de la temporada de riego 2020-2021. Un impacto significativo en el sector sanitario, a quien se le garantiza la captación a cabalidad de las aguas necesarias para abastecer el consumo humano y saneamiento en la cuenca del río Biobío. Y, por último, un impacto significativo en las comunidades riberanas al río Biobío, y el desarrollo de actividades turísticas y preservación ambiental. Dadas las características, se trató de un acuerdo.
En el marco de los compromisos ambientales adquiridos por la empresa durante la evaluación y aprobación ambiental del proyecto Central Hidroeléctrica Ralco se comprometió el desarrollo de un Programa de Repoblamiento de peces nativos y la ejecución de estudios de variabilidad genética de poblaciones migratorias (periodo 2019 -2022). En este contexto, de forma adicional a las medidas ya implementadas, desde 2019 se inició un proyecto de reproducción de peces nativos para el desarrollo de un proceso de repoblamiento en distintos tramos del río Biobío.
Asimismo, se planificó la ejecución de un estudio de variabilidad genética de peces nativos, mediante un método no invasivo, basado en la identificación de pequeños fragmentos de ADN presentes en el ambiente (río).
En su primera etapa se realizó la instalación de jaulas de acopio de poblaciones de peces nativos en la Zona de Caudal Ecológico de la Central Hidroeléctrica Ralco e implementación de tramos de exclusión para la aclimatación de los individuos y su reproducción.
Durante el primer trimestre de 2020, se llevó a cabo la primera etapa del repoblamiento de peces, desde las jaulas y tramo de exclusión hacia la zona del caudal ecológico. En esta etapa de repoblamiento, se liberaron 47 ejemplares de la especie Bullockia maldonadoi, 300 ejemplares de la especie Percilia irwini y 100 ejemplares de la especie Trichomycterus areolatus en la Zona de Caudal Ecológico. Asimismo, los estudios de variabilidad genética se realizaron en el período de verano de 2020.
Durante 2021 y 2022, con la población de peces nativos estable en el tiempo y previo acuerdo con la autoridad, se realizará el repoblamiento de peces nativos en otros puntos del río Biobío.
La ejecución del proyecto permite:
Este proyecto tiene por objeto generar un sistema de tratamiento y disposición de residuos líquidos domiciliarios en viviendas de las comunidades prioritarias del Maule, donde, posteriormente, se trabajará en el desarrollo de proyectos de emprendimiento y de proveedores. Para ello, esta iniciativa se presentó al banco de proyectos del Ministerio de Desarrollo Social por parte de la Fundación Casa de la Paz, entidad junto con la cual la Compañía llevó a cabo la intervención en 46 hogares de Las Garzas, Los Álamos y La Mina, en la comuna de San Clemente, carentes de recursos económicos de la Ruta Internacional Pehuenche, donde a lo largo de los años se han ido trasladando familias, las que no cuentan con todos los servicios básicos.
La construcción de pozos sanitarios para el tratamiento de aguas servidas resuelve un problema sanitario y medioambiental de los vecinos de dichas comunidades, contribuyendo a mejorar su calidad de vida y la posibilidad de desarrollar sus emprendimientos de manera formal.
La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.
El 30.7% de la superficie terrestre está cubierta por bosques y estos, además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, pues protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena. Al proteger los bosques, también podremos fortalecer la gestión de los recursos naturales y aumentar la productividad de la tierra.
Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.
A nivel mundial, el número de personas en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio y la crisis provocada por el COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada del Instituto Mundial de Economía del Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias económicas de la pandemia, podrían incrementar la pobreza en todo el mundo, afectando a un 8 % de la población mundial. Esta sería la primera vez, en 30 años, en que la pobreza mundial aumente.
La energía es fundamental para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo actualmente. Ya sea para el empleo, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o para aumentar los ingresos. El acceso universal a la energía es esencial.
El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, actualmente el reparto del agua no es el adecuado y para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.