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En enero de 2018; como parte del sistema Coca-Cola Andina adquirió como compromiso la generación de un “mundo sin residuos” para el 2030. A partir de allí se comenzaron a potenciar las distintas iniciativas con que contaba la compañía para reducir su impacto en el medio ambiente, poniendo más foco en la recuperación de residuos desde las distintas comunidades, promoviendo el uso de envases retornables y reduciendo el gramaje de los envases.
En esta línea a mediados de 2018, el sistema Coca-Cola inauguró una nueva línea de llenado de clase mundial para sus néctares Andina del Valle, la que a través de una tecnología 100% aséptica (APE) genera considerables mejoras en términos ambientales durante el proceso productivo, tanto en residuos, agua y energía.
Esta nueva línea, implicó una inversión de US$40 millones, que fue realizada a través de la Sociedad Coca-Cola del Valle -que integran Coca-Cola Chile, Coca-Cola Andina y Coca-Cola Embonor- y aumentará en 25% la capacidad productiva de la planta. Los envases de Andina del Valle tienen una nueva presentación, con una innovadora botella que incorpora ecodiseño en su desarrollo, al contar con un 40% menos de plástico. Esta botella es el segundo envase que cuenta con el sello “Bajo en Residuos”, avalado por el Ministerio de Medio Ambiente.
El menor gramaje de las botellas familiares es directa consecuencia de la nueva línea aséptica; no se calienta el contenido al ser embotellado y por lo tanto, se reduce la cantidad de plástico en el envase. De esta manera, se redujo en 1.100 toneladas el plástico consumido por esta línea de producción durante el 2018.
Además, en términos medioambientales, el nuevo proceso productivo en frío, generar un ahorro de 40% de agua potable y la disminución del consumo energético en un 14%, gracias a un sistema de iluminación de bajo consumo y calderas de alta eficiencia.
En materia de emisiones, esta tecnología reducirá más de 200 toneladas de CO2 anuales.
Chile es el primer país de Latinoamérica donde Coca-Cola estrena a escala comercial la nueva tecnología APET. El cambio responde a una tendencia global de la compañía de innovar en los empaques para que, desde la óptica de la economía circular, los envases estén diseñados desde su origen pensando en que volverán a integrarse a la cadena de valor, disminuyendo así los residuos.
100% de energía renovable en las operaciones Coca-Cola Andina Chile.
Dentro de nuestros compromisos como compañía con el medio ambiente; están el uso racional de los recursos naturales.
Por lo que, buscamos que la mayor parte de la energía que utilizamos en nuestras plantas sean de fuentes renovables: energía eléctrica proveniente de centrales hidroeléctricas, calderas que utilizan biomasa (materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía), biogás como combustible, energía eólica y solar.
Igualmente, desde la Compañía creemos que no alcanza con utilizar fuentes renovables, también es necesario reducir el consumo de esas energías limpias, buscando disminuir el impacto sobre el medio ambiente y ser más solidarios en la distribución de los recursos energéticos demandando menor energía en nuestra actividad productiva.
Dentro de los grandes cambios que se ha generado en esta línea, desde el 1 de Octubre del 2018, la Compañía llegó a un acuerdo por cuatro años con las empresas Engie y Pacific Hydro, para cambiar las fuentes de la energía que hoy abastecen a las principales 4 plantas productivas en Chile, por fuentes de energía renovables.
Engie es un grupo global de servicios y energía con tres negocios principales: generación de energía baja en carbono, que incluye gas natural y energía renovable, infraestructura energética y soluciones para clientes y cuenta con certificación internacional I-REC. Pacific Hydro, por su parte, desarrolla, construye y opera proyectos de energía renovable y vende electricidad y productos para la disminución de emisiones de carbono. Presente en Chile desde 2002, produce energía limpia a través de sus centrales hidroeléctricas de pasada en la Región de O’Higgins. Estas centrales desvían una porción del agua del río, aprovechando su fuerza motriz para hacer funcionar turbinas y generar electricidad, para luego regresarla al río.
El acuerdo generado asegura el sumistro eléctrico para las operaciones de Embotelladora Andina, Envases Central, Vital Jugos y Vital Aguas, que se encuentran situadas en Santiago de Chile y Antofagasta. Con este acuerdo, que equivale a 13 GWh/ al año, Engie y Pacific Hydro ayudarán a que Andina Chile logre una reducción anual de 4.500 toneladas de CO2 que son emitidas al medio ambiente, avanzando en nuestro compromiso mejorando así la sustentabilidad y competitividad del negocio.
En Coca-Cola Andina, tenemos una responsabilidad en torno a la gestión de los residuos que genera la venta de nuestros productos. Lo que nos ha llevado a incorporar esta gestión en nuestra estrategia de negocio y concretarla a través de compromisos públicos de recuperación de envases, reducción de residuos en estos envases como Ecoflex y con el fomento a nuestros envases retornables. Iniciativas que nos ayudan a crecer de forma más sustentable en el tiempo.
Por otro lado, sabemos que todos los esfuerzos que podamos hacer tienen que contar con una base sólida si es que queremos generar cambios profundos y permanentes en el tiempo, es por esto que desde marzo de 2017 iniciamos el “Programa de educación ambiental, Coca-Cola Andina Kyklos”, creado gracias a una alianza público-privada entre la empresa B Kyklos y las municipalidades de las comunas de Renca, Maipú, Puente Alto y San Joaquín.
Este programa tiene como objetivo, entregar herramientas educativas y de generar conciencia sobre el cuidado del medio ambiente desde las interviniendo las mallas curriculares de los colegios, instalando una cultura e infraestructura de reciclaje en cada uno de los colegios, empoderando a apoderados, docentes y al personal del colegio. Otorgándole un rol transformador a los niños como líderes ambientales de su comunidad, contribuyendo a mejorar su desarrollo personal y académico, así como a mejorar el bienestar para su comunidad.
En estos dos años de trabajo hemos visto importantes cambios en los colegios, comunidad cercana y ecosistema, como resultado de la implementación del programa.
Durante el 2018; impactamos en 47 establecimientos educacionales, formando a más de 32.000 líderes ambientales en temáticas de reutilización y reciclaje; recuperando más de 36.000 Kg de residuos totales, de los cuales más de 5.000 Kg corresponden a botellas PET.
Estos residuos pasan por un proceso de reciclaje y son convertidos en materia prima o en productos nuevos, lo que significa una reducción en las emisiones de Co2 equivalentes de más de 53.000 Kg y la disminución en el uso de recursos como agua, árboles y energía.
Gracias al programa 16 colegios se han podido certificar ambientalmente bajo el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE), certificación que les entrega amplios beneficios; como el acceso a participar de concursos nacionales, material educativo, acceso a financiamiento, pertenecer a una red en donde pueden intercambiar sus experiencias, entre otros.
Por otro lado, la estructura que se entrega que permite la segregación de los residuos; ha impactado significativamente en la cantidad de puntos verdes disponibles para toda la comuna, ampliando el acceso a reciclaje para las comunidades y cambiando la cara de comunas que antes eran conocidas por problemas con micro basurales, como es el caso de Renca.
En definitiva el programa ha contribuido a generar cambios significativos en las comunidades y barrios en donde está inserto, modificando la imagen de las comunas con respecto a la basura, y transformando para el caso de Renca, a la comuna en la primera en el país en contar con toda su red de colegios municipales con puntos limpios.
Como empresa creemos que la educación ambiental, y el valor diferenciador que este tipo de programas tiene cuando buscamos aumentar las tasas de reciclaje y reducir lo que llega a vertedero. Es por esto que continuaremos en el tiempo potenciando esta y otras instancias en la línea de la educación y comunicación, buscando hacer consientes a los consumidores ciudadanos de la responsabilidad que estos tienen con la generación y gestión de sus residuos.
Fútbol Más y almacenes Hincha N°1
Chile “Renca, juega y aprende en comunidad” es un programa pionero en Chile, desarrollado en alianza con la Municipalidad de Renca, Coca-Cola Andina y Fútbol Más.
Este programa busca mejorar la convivencia dentro de las 14 escuelas municipales de la zona, a través de la metodología de cinco valores Fútbol Más (alegría, responsabilidad, trabajo en equipo, respeto y creatividad) y traspasar estas mejoras a los barrios, potenciando el rol de embajadores de actores claves para nuestro negocio como lo son nuestros socios almaceneros.
El programa, orientado a las 14 escuelas municipales de Renca, tuvo un impacto positivo en 839 personas de manera directa o indirecta, incluyendo profesores, directores, auxiliares, alumnos, apoderados y almaceneros de barrio. El éxito fue tal, que la gran mayoría de los niños y niñas quiere que el proyecto siga en sus escuelas, ya que se genera una gran integración entre hombres y mujeres y una sana convivencia e interacción entre las escuelas y los barrios a los que pertenecen, potenciada por el programa “Hincha N°1”, una iniciativa donde 14 almacenes de la zona fueron embajadores del programa buscando potenciar el rol de los comercios del sector. Los almaceneros se encargaron de comunicar a los vecinos del barrio los horarios de talleres y actividades, a través de un kit de materiales, como pizarras, pecheras, pulseras de Coca-Cola Andina y Fútbol Más, flyers informativos y tarjetas verdes donde niños, niñas y vecinos del sector plasmaran en ellas un mensaje de inspiración o motivación hacia la escuela más cercana al almacén; respondiendo a la pregunta: “qué es lo lindo del colegio de mi barrio”.
Además, cada almacén se tomó como espacio de encuentro entre los vecinos, aumentando el flujo de visitas, fortaleciendo la relación entre almaceneros y nuestros vendedores de Andina y mejorando las ventas. También, en conjunto con Fútbol Más y la Municipalidad de Renca, desde hace dos años estamos presentes en la población Santa Emilia, con el objetivo de recuperar la cancha del barrio para usos deportivos y potenciar herramientas valóricas y de resiliencia en los niños y la junta de vecinos del sector, recuperando espacios que estaban perdidos por el narcotráfico.
Durante el 2018 se realizaron 384 horas de talleres; 6 ligas interbarriales; 3 ligas locales y 3 de visita, 8 encuentros de comunidad en la junta de vecinos con padres y apoderados, formamos a cinco líderes socio-deportivos que podrán continuar desarrollando los talleres en la cancha del barrio, generamos la participación y concientización de 13 apoderados en los encuentros de comunidad mensuales, la participación de 32 familias en los encuentros de fin de semana y hemos impactado en 121 niños.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.
La energía es fundamental para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo actualmente. Ya sea para el empleo, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o para aumentar los ingresos. El acceso universal a la energía es esencial.
El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, actualmente el reparto del agua no es el adecuado y para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.
El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes, produciendo un impacto negativo en su economía, la vida de las personas y las comunidades. En un futuro se prevé que las consecuencias serán peores. Los patrones climáticos están cambiando, los niveles del mar están aumentando, los eventos climáticos son cada vez más extremos y las emisiones del gas de efecto invernadero están ahora en los niveles más altos de la historia. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo. Las personas más pobres y vulnerables serán los más perjudicados.
La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.
Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.