Es una iniciativa entre Desafío Levantemos Chile y CMPC que busca hacerse cargo de la realidad de disponibilidad y accesibilidad de este recurso esencial en comunas de las regiones del Biobío la Araucanía, en Chile, a través de la implementación de 20 proyectos de recursos hídricos, ya sea para consumo o actividades productivas. Estas regiones tienen la mayor tasa de población carente de acceso al agua del país, y al mismo tiempo son de las regiones que más gastan recursos en distribuirla a través de camiones aljibe a sus habitantes. Durante 2021, se centró especialmente en la construcción de abastos para consumo humano e implementación de sistemas de riego.

Los corredores biológicos son una forma de conectar áreas naturales, de modo de aumentar la superficie habitable por diversas especies mejorando la biodiversidad de esos lugares. El desarrollo del corredor biológico en la región del Maule fue pensando inicialmente como forma de conectar las áreas con presencia de Ruil, pero finalmente se transformó en un corredor que permite el movimiento o dispersión de otras especies de flora y de fauna, aumentando la diversidad del sector. El corredor de 49,8 hectáreas, tiene 100 metros de ancho y está asociado a un curso de agua que conecta la Reserva Nacional Los Ruiles de Conaf, con el AAVC Los Ruiles de Empedrado de CMPC en la región del Maule. Este proyecto busca mejorar el espacio habitable de especies que se encuentran amenazadas o que tienen hábitats muy específicos que se han visto reducidos por áreas productivas. 

Según estudios presentados en 2016 por expertos de la Universidad de Cambridge, las edificaciones con madera son capaces de reducir el impacto ambiental entre un 34% y un 84% en comparación con aquellas construcciones realizadas con hormigón. Hoy, en Estados Unidos el 90% de las casas se construyen en madera, en Japón el 40% y en Chile el 20%. Frente a ello, y como un hito innovador, nace Niuform, joint venture conformado por CMPC y la empresa Cortelima, expertos en desarrollar de soluciones constructivas en madera, que busca edificar nuevas soluciones de construcción en este material, principalmente en proyectos residenciales y comerciales en altura. Para ello, utilizamos Cross Laminated Timber (CLT) y Vigas Laminadas o Glulam/GLT, soluciones que ofrecen múltiples ventajas por tener la capacidad de adaptarse a distintos tipos de estructUras y ser sostenibles. Todas las soluciones CLT y Glulam Niuform utilizan maderas que cuentan con los más altos estándares de manejo forestal que garantiza, entre otras cosas, la protección del bosque nativo y la biodiversidad. De esta manera, en CMPC entregamos productos de mayor valor agregado y procuramos aportar nuevas soluciones constructivas. Sobre el mercado en Chile se estima que para el año 2025 la superficie de edificación autorizada aumentará a 17,5 millones de m2. De este total 20% correspondería a obras en madera, donde Niuform pretende capturar el 7%. Los primeros proyectos de Niuform en Chile serán la ampliación de una fábrica cerca de Los Ángeles y la construcción de un condominio de 100 casas en madera, en la comuna de Buin, a los que se suman 10 proyectos más en carpeta.

La Red de Prevención Comunitaria es una organización que a través de un modelo de gestión, aborda la prevención de incendios con los actores locales, es decir organizaciones e instituciones y empresas que comparten un territorio, donde la comunidad local tiene un rol protagónico. CMPC participa en campañas y operativos de prevención junto con la Red de Prevención Comunitaria. La red desarrolla tres líneas de acción: 1. Acciones preventivas: construcción y mantención de cortafuegos, limpieza de caminos, instalación de señaléticas preventivas, recolección de basura colaborativos entre el municipio, empresas y comunidad, entre otras. 2. Educación: capacitaciones, talleres y jornadas de educación, campañas a nivel local (puerta a puerta), comunal, provincial y regional (con instalación de stand en ferias temáticas). 3. Reacción coordinada: simulacros de incendio con las comunidades.  

“La Red de Prevención inició hace cuatro años, a raíz de los incendios de 2017. Desde ese entonces trabajamos con una robusta metodología que nos permite planificar las actividades anuales con la comunidad con acciones físicas, tales como cortafuego y otras educativas como las quemas agrícolas. Durante la pandemia ha sido más difícil mantener las actividades planificadas, pero hemos logrado otras formas de mantener activo este trabajo. Hoy tenemos 64 comités en 25 comunas, la mayoría en la región del Biobío, en una gran extensión territorial. CMPC tiene buena disposición para participar de nuestras actividades, nos han acompañado en operativos carreteros donde entregamos recomendaciones preventivas y números de emergencias en caso de que vean algún foco de incendios. Invitamos a los administradores patrimoniales a participar en los levantamientos de riesgos, en algunos casos han realizado charlas a la comunidad, en ese sentido su opinión experta en silvicultura preventiva es un gran aporte. Nuestro trabajo comunitario es permanente y es posible expandirlo. Existe un tema que tenemos que abordar que tiene que ver con el cambio en las causas de incendio. Cada año está aumentando la intencionalidad y tenemos que buscar junto a distintos actores la manera de abordarlo coordinadamente. El desafío es cómo poder ampliar el trabajo con las organizaciones locales, no sólo acotarlo al mundo de la prevención de incendios, sino también al trabajo comunitario y al desarrollo local, poder explorar desarrollos en tema de agua, por ejemplo, que desde una mirada integral del problema de incendios. También la gestión de la basura que es una de las causas secundarias de los incendios. Finalmente, todo va en la misma línea de cuidar el planeta y tener un lugar más seguro para vivir”.

Como una forma de contribuir a disminuir los residuos que genera la industria cementera, lanzamos al mercado Zero Waste Sack, un saco de papel que permite que el cemento y su empaque sean incorporados directamente a la máquina mezcladora. En sólo siete minutos, el papel se disgrega gracias a la acción mecánica del agua, pasando a ser un elemento más del hormigón. Después de este proceso, la mezcla está lista para ser utilizada, sin generar residuos.

El producto no tiene precedentes en Chile y es el resultado de nuestro esfuerzo por ofrecer soluciones sostenibles de embalaje, impulsados por la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP). Por sus características, este tipo de saco no necesita ningún tipo de tratamiento especial, ya sea para su almacenamiento o transporte, y ofrece una solución inmediata para zonas donde falta desarrollo del sistema de gestión de residuos.