La Compañía de Cervecerías Unidas, CCU, es una empresa chilena productora de bebidas, fundada en 1902. Es controlada por Inversiones y Rentas S.A., propiedad de la filial Quiñenco del Grupo Luksic y la neerlandesa Heineken International, los que conjuntamente poseen el 60% de la empresa. La compañía produce tanto bebidas alcohólicas como no alcohólicas, y también opera en el área de alimentos. Tiene operaciones en Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay. Es la principal cervecera nacional y la segunda en Argentina. Es una de las principales productoras de pisco en la región y participó en la producción de dulces entre 2004 y 2015.
Trabajadores
6469
Sector Industrial
Alimentos y Bebidas
Este programa entrega acceso a financiamiento a emprendedores del segmento minorista, apoyando el crecimiento de sus negocios, facilitando capital de trabajo que se utiliza en la compra de productos. Además, realiza asesorías técnicas y capacitaciones que potencian sus habilidades y conocimientos, ayudándoles a rentabilizar su negocio. Las iniciativas destacadas durante el año 2023 corresponden a las siguientes:
1. Programa Master Class: Con 3.000 alumnos inscritas, este programa está centrado en potenciar habilidades clave para el desarrollo del negocio, por medio del desarrollo talleres online, abarcando temáticas tales como, “Marketing y Redes Sociales como aliado para aumentar las ventas” y “Estrategias de financiamiento para tu negocio”.
2. Programa CRECER Juntos: Corresponde a un programa de capacitación y asesoría dirigido a los clientes de CRECCU, almaceneros y botilleros que deseen conocer o mejorar la gestión dentro de su negocio. Los talleres abarcaron temáticas de desarrollo de negocios y consumo responsable de alcohol, contando con un total de 495 alumnos inscritos. .
3. Levantamiento Net Promoter Score (NPS): Se realizó un nuevo estudio para determinar el nivel de lealtad que tienen los clientes respecto de los servicios entregados por el programa, por medio de la aplicación de la herramienta NPS, la cual arrojó que existe un 76,9% de probabilidad de que las personas recomienden CRECCU. Este resultado es muy positivo, y está asentado en el crédito y el apoyo a los almacenes como atributos principales.
Con el compromiso de generar la verdadera circularidad del plástico, nace “CirCCUlar”, una planta de reciclaje Botella-Botella que permitirá darle una nueva vida a las botellas de plásticos y hacer realidad la Economía Circular de este material.
CirCCUlar es una planta de producción de resina reciclada de PET, la cual se construye en la actual Nueva Planta Embotelladora CCU Renca, donde la inversión aproximada alcanza los USD 42 millones, con una capacidad máxima de producción de 18.000 toneladas al año, lo que permitirá darles nueva vida a 870 millones de botellas de plásticos. Se proyecta su puesta en marcha dentro del año 2024.
La resina reciclada (rPET) es un producto con las mismas características del PET virgen, pero siendo una alternativa más sustentable para la producción de nuevas botellas plásticas. Al reciclar el plástico ya utilizado, estamos reduciendo la cantidad de desechos plásticos que terminan en vertederos, rellenos sanitarios, y en diversos lugares, donde su mala disposición puede causar daños al medio ambiente. Dentro de los beneficios que trae CirCCUlar, es contribuir a mitigar el cambio climático a través de la disminución de emisiones, evitando la importación de resinas desde lugares lejanos. Con esta nueva planta, será reemplazada parte de la resina importada por resina reciclada en Chile, haciendo los procesos productivos más sustentables y alineados a la Estrategia de Sustentabilidad de CCU.
CirCCUlar contará con tecnología de punta, haciendo más eficiente y sustentable los procesos, utilizando energía renovable certificada a partir del actual contrato de suministro eléctrico con la empresa Colbún. Estas nuevas instalaciones también tienen beneficios económicos y sociales, ya que apoyaremos la economía local al crear 50 nuevos puestos de trabajos locales en una alianza con la comuna de Renca. Además, fomentaremos la industria del reciclaje.
A través de la campaña “Familias reciclando en Modo Bilz y Pap” liderada por la marca y coordinada en conjunto con Teletón, Ministerio de Medio Ambiente y más de 130 municipalidades a lo largo de todo Chile, con el fin de aportar en la educación en el cuidado del medio ambiente y promover la economía circular. Como resultado de la campaña, con más de 500 puntos de recolección desde Arica a Magallanes, se logró la recolección y valorización de más de 120 toneladas de plástico.
La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.
Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.