Desde 1953 hemos sido la principal empresa que fabrica productos de acero a partir del reciclaje de chatarra ferrosa. Tenemos una capacidad instalada para producir 520.000 toneladas de acero al año el que proviene de más de 500 millones de kilos de chatarra ferrosa reciclada.
Nuestros productos cumplen con los más altos estándares de calidad lo cual permite a los profesionales de la construcción civil, industria metalmecánica y minería diseñen y proyecten sus obras conforme a las normas constructivas vigentes.
Cuidamos el medio ambiente cuantificando y reduciendo los impactos ambientales de nuestros productos y nos preocupamos por las comunidades con las que nos relacionamos, porque a lo largo de nuestra vasta trayectoria hemos sido ejemplo de sostenibilidad, conciencia medio ambiental y seguridad. Pioneros en prácticas de reciclaje industrial y un aliado para los chatarreros.
Somos AZA Acero Sostenible, El mayor Reciclador de Chile.
Trabajadores
589
Sector Industrial
Construcción
Uno de nuestros compromisos la chatarra que utilicemos provendrá́ de recicladores de base en 2025. Hoy, este grupo está formado por 5.556 minoristas, que representan el 90% del total de los proveedores de chatarra y cuyos despachos equivalen a 6% del total del material comprado.
Su labor consiste en la recolección de chatarra ferrosa en todo Chile, principalmente domiciliaria, para luego venderla a proveedores finales quienes hacen un proceso de separación y procesamiento inicial, antes de su entrega en nuestras instalaciones.
Asimismo, su trabajo permite fortalecer la economía y mejorar su propia calidad de vida, ya que, al generar un negocio estable, se beneficia a todo el grupo familiar que participa en el proceso, lo que implica extender el nuestro impacto a más de 22.000 personas.
En 2021, se consolidó el programa para incorporar a recicladores primarios a nuestra red de proveedores finales, promoviendo el reciclaje inclusivo de chatarra en los grupos sociales que no tenían acceso como proveedores directos, lo que permite contribuir a la ampliación de la base económica del país.
En 2020 pusimos a disposición de la red de recicladores primarios una plataforma llamada AZA Contigo, que articula y sistematiza la entrega de información a toda la cadena de suministro de chatarra, y que logró ser un apoyo especialmente crítico durante la pandemia y todo el año 2021. Su objetivo fue otorgarles acceso rápido a apoyos públicos y privados para su familia y su negocio, enseñarles a usar herramientas claves para su desarrollo laboral, y conectarlos con AZA y un ecosistema de apoyo.
En 2021 avanzamos aún más y efectuamos un proceso de escucha para conocer sus opiniones y requerimientos. Para ello, realizamos una encuesta digital transversal y organizamos conversatorios con Colina, Puerto Montt y Temuco. Este proceso permitió elaborar un mapa con el levantamiento de sus necesidades y proyecciones de crecimiento, así como efectuar una profundización de su relación con nuestra empresa. Como resultado, definimos un plan de trabajo con cuatro focos y acciones concretas que buscan entregarles herramientas de crecimiento sostenible, reconocimiento y fortalecer con ello nuestra relación con los proveedores minoristas.
Focos del plan de trabajo con los recicladores de base:
A nivel mundial, el número de personas en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio y la crisis provocada por el COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada del Instituto Mundial de Economía del Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias económicas de la pandemia, podrían incrementar la pobreza en todo el mundo, afectando a un 8 % de la población mundial. Esta sería la primera vez, en 30 años, en que la pobreza mundial aumente.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.