Antofagasta Minerals es el principal grupo minero privado chileno y uno de los diez mayores productores de cobre del mundo. Surge en Antofagasta, al norte de Chile, demostrando que es posible emprender desde una región para generar valor en beneficio de accionistas, trabajadores y de las comunidades que viven en las zonas de influencia. Antofagasta Minerals desctaca por ser una compañía global, joven, en pleno crecimiento. y sus acciones se transan en la Bolsa de Valores de Londres.
Trabajadores
4977
Sector Industrial
Minería
En la Provincia del Choapa, canalizamos nuestra inversión social principalmente mediante nuestro programa Somos Choapa, una alianza entre Minera Los Pelambres y las cuatro municipalidades de la Provincia del Choapa: Salamanca, Illapel, Canela y Los Vilos. Por medio de esta alianza, buscamos aportar al desarrollo sustentable del territorio y al bienestar de sus habitantes.
En 2020, dada la emergencia COVID, el presupuesto para los programas de fomento productivo implementados por Fundación Minera Los Pelambres (FMLP) bajo el alero de Somos Choapa, fue en su mayoría reasignado al programa Choapa Apoyo Emergencia, mientras que programas tales como la mejora de los espacios públicos que requieren de trabajo en terreno, fueron severamente restringidos. Sin embargo, continuó la labor en otros proyectos y programas.
El Valle del Choapa, zona donde se encuentra Los Pelambres, es especialmente rico en biodiversidad. Por ello, la operación protege y conserva una zona de más de 27.000 hectáreas, equivalente a siete veces la superficie empleada por la faena minera e instalaciones relacionadas. Incluye cuatro santuarios de la naturaleza:
Laguna Conchalí
Este humedal costero, que se encontraba abandonado antes de que Los Pelambres emprendiera su restauración, es un importante sitio de parada de aves migratorias. Ubicado a 4 km al norte de la localidad de Los Vilos, es uno de los 16 sitios RAMSAR en Chile.
Monte Aranda
El principal valor de este santuario de la naturaleza, situado en las cercanías de Los Pelambres, radica en sus poblaciones de palma chilena, especie endémica a la que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha clasificado como vulnerable. En 2020, Los Pelambres culminó la plantación de 207 hectáreas de vegetación nativa en cumplimiento de un compromiso estipulado en una de sus RCA y como parte de una iniciativa mayor para la reforestación de una superficie total de 1.500 hectáreas.
Quebrada Llau-Llau
Este santuario, también cercano a Los Pelambres, contiene algunas de las especies nativas más amenazadas de la Región de Coquimbo, tales como el arrayán blanco y el canelo.
Cerro Santa Inés
Este sitio, adquirido para fines de conservación por Minera Los Pelambres en 2014, fue declarado santuario de la naturaleza por el Gobierno de Chile en julio de 2020. Conserva un bosque relicto que ha sobrevivido pese al clima semiárido en el que está inmerso, gracias a las neblinas costeras que suelen envolver el cerro. Tiene una importante población de olivillos, un árbol siempreverde que se encuentra con frecuencia en las zonas más húmedas del sur de Chile.
Antofagasta Minerals está implementando programas específicos para la conservación de especies de aves, animales y plantas que habitan las zonas de influencia de sus operaciones. Una de estas especies, el gaviotín chico (o chirrío), ha sido clasificado como una especie en peligro de extinción por la UICN, mientras que otras especies de aves y plantas son consideradas en la categoría de vulnerables.
Tanto Los Pelambres como Centinela monitorean variables ambientales del entorno marino (calidad del agua, sedimentos y flora y fauna) en las cercanías de sus instalaciones portuarias, ubicadas en Los Vilos y Michilla, respectivamente.
Programa Relevos de Antucoya, mediante el cual se capacita a vecinos de las comunidades aledañas para operar camiones de extracción minera y luego se les contrata para cubrir a los conductores titulares durante el descanso de turnos.
En septiembre, 10 personas, incluidas cinco mujeres, se graduaron del programa Relevos de Antucoya y se certificaron para desempeñarse como operadoras de camiones de extracción minera durante los descansos de turnos. El programa está dirigido específicamente a los residentes de las localidades cercanas a María Elena, que pueden desplazarse diariamente para realizar el turno y luego volver a sus hogares.
Participamos activamente en el programa Eleva, una iniciativa público-privada constituida por diversos organismos públicos, empresas mineras, el Consejo de Competencias Mineras (CCM) y Fundación Chile, entidad que promueve la transferencia tecnológica. El objetivo de Eleva es asegurar la alineación entre los programas de capacitación técnica y las necesidades de la industria minera. Nuestra vicepresidenta de Recursos Humanos, Ana María Rabagliati, es presidenta del CCM. Luego de un programa piloto aplicado en Antucoya en 2018, todas nuestras operaciones ofrecen pasantías a instituciones técnicas certificadas por el CCM bajo el programa Eleva y, en 2020, participaron un total de 40 personas.
Mediante el programa Diálogos para el Desarrollo, Antucoya y Centinela trabajan en conjunto con las municipalidades de María Elena (Antucoya) y Sierra Gorda (Centinela), además de otros socios estratégicos, con el fin de promover el desarrollo de estas localidades y contribuir a la calidad de vida de sus habitantes. En operación desde 2018, el programa se sustenta en la experiencia exitosa de Somos Choapa.
En 2020, en María Elena continuó el trabajo en un proyecto sobre patrimonio, memoria e identidad, destinado a poner en valor la historia de esta localidad como un centro clave de la industria salitrera de Chile de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Se finalizó la construcción de un atractivo sitio web (https://mariaelenapatrimonial.cl), que fue lanzado en enero de 2021 con información sobre la localidad y su historia.
En un proyecto de seguridad pública en María Elena, continuó la instalación de alarmas, aunque más lentamente que lo previsto debido a la pandemia, mientras que la instalación de cámaras debió posponerse para el 2021.
En 2020, la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (CENABAST) se convirtió en abastecedora de la farmacia digital creada en 2019 para María Elena con el fin de evitar la necesidad de los vecinos de desplazarse a las localidades más grandes para adquirir medicamentos. Se tomó la decisión de cerrar las dependencias físicas de la farmacia digital para realizar la distribución por medio del consultorio local.
En Sierra Gorda, el trabajo realizado durante la mayor parte del año se concentró en prestar asistencia social y económica, pero a finales del año, se reanudaron otras iniciativas tales como un proyecto de economía circular destinado al reciclaje de desechos, como botellas plásticas y chips de madera, de Centinela, y a la construcción de un invernadero para cultivar hortalizas para la faena minera.
Los Pelambres cofinancia un consorcio de investigación que, en 2019, se adjudicó una licitación para implementar un programa de cinco años cuya finalidad es desarrollar soluciones sustentables para desafíos hídricos, partiendo por el Valle del Choapa, pero con miras a implementarlas luego en el resto de la Región de Coquimbo, así como en las vecinas regiones de Atacama y Valparaíso. En 2020, este consorcio público-privado, Quitai Anko, comenzó a trabajar en cinco proyectos estratégicos orientados, entre otros, hacia la recarga artificial de acuíferos, la elaboración de un modelo para calcular el balance hídrico en el acuífero y el desarrollo de un sistema integrado de información sobre recursos hídricos que contribuya a asegurar el abastecimiento y la calidad de agua potable rural. Durante el año, también se organizaron una serie de webinars técnicos y de divulgación sobre materias relacionadas.
Clúster Minero de la Región de Antofagasta Una de las principales alianzas en que participamos es el Clúster Minero de la Región de Antofagasta, un vehículo para promover el desarrollo económico y social de largo plazo de la Región de Antofagasta, en la zona norte de Chile, donde se sitúan tres de nuestras operaciones. En diciembre de 2018, nos convertimos en la primera empresa minera en integrar esta alianza público-privada, que reúne también a organismos gubernamentales e instituciones educacionales y, en diciembre de 2020, renovamos nuestro compromiso por otros dos años. Nos hemos comprometido especialmente con dos pilares estratégicos del Clúster: la formación de capital humano regional y el desarrollo de proveedores con foco en la innovación Durante los últimos dos años, dedicamos US$ 1,8 millones a iniciativas de educación y capacitación en la región. Estas iniciativas beneficiaron directamente a 1.662 personas, desde estudiantes de institutos técnicos y universidades hasta vecinos de nuestras operaciones. En paralelo, trabajamos con universidades locales con las que desarrollamos 22 programas conjuntos.
En noviembre de 2020, Antofagasta Minerals anunció una alianza con la Universidad Católica de Chile (UC) para desarrollar la Cátedra Sustentabilidad Hídrica Antofagasta Minerals, a la que ha efectuado un aporte de US$ 1,5 millones.
Mediante actividades de investigación y extensión, esta alianza busca contribuir a la gestión hídrica del país. Permitirá a la universidad desarrollar investigación multidisciplinaria, convocando a distintas áreas, tales como ingeniería, agronomía y geografía, como también al área de salud pública de la Facultad de Medicina UC.
Un programa exitoso de desarrollo sostenible requiere alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Estas alianzas inclusivas construidas sobre principios y valores, una visión compartida, y metas compartidas, que colocan a la gente y al planeta en el centro, son necesarias a nivel global, regional, nacional y local.
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Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Los océanos del mundo —su temperatura, química, corrientes y vida— mueven sistemas que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Nuestras precipitaciones, el agua potable, el clima, el tiempo, las costas, gran parte de nuestros alimentos e incluso el oxígeno del aire que respiramos provienen, en última instancia del mar y son regulados por este. Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte.
El 30.7% de la superficie terrestre está cubierta por bosques y estos, además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, pues protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena. Al proteger los bosques, también podremos fortalecer la gestión de los recursos naturales y aumentar la productividad de la tierra.
La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.
Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.
Las amenazas de homicidio intencional, la violencia contra los niños, la trata de personas y la violencia sexual, son temas importantes que debe ser abordados para crear sociedades pacíficas e inclusivas. Allanan el camino para la provisión de acceso a la justicia para todos y para la construcción de instituciones efectivas y responsables en todos los niveles.
El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, actualmente el reparto del agua no es el adecuado y para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.
Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.