Aguas Andinas es una empresa chilena de servicios sanitarios, que realiza el suministro de agua potable y alcantarillado en la ciudad de Santiago de Chile, a excepción de la totalidad de las comunas de Maipú y Cerrillos; el 1% de San Bernardo, y una parte de Estación Central, las que son abastecidas por el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Maipú. Es una de las mayores empresas sanitarias de Latinoamérica, prestando servicio a más de 8 millones de habitantes y con un total de más de 71.000 hectáreas de concesión. Está controlada por el Grupo Agbar español, que también controla Aguas Cordillera y Aguas Manquehue.
Trabajadores
2103
Sector Industrial
Sanitaria
Aguas Andinas realiza una importante labor como activo colaborador del Programa de Agua Potable Rural, impulsado y financiado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a través de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) que busca mejorar la calidad de vida, contribuir al desarrollo económico y la integración social de las personas que viven fuera de las grandes ciudades, con la implementación de sistemas cuya operación y mantenimiento es realizado por la propia comunidad.
Acciones de desarrollo
En el marco de los convenios con la DOH, Aguas Andinas y su filial Essal (Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos), emprendieron acciones encaminadas al éxito del programa:
4.337 nuevas familias tienen agua potable
En 2016, el Ministerio de Obras Públicas invirtió MM$22.000, en la construcción de 33 nuevos sistemas de aguas potable rural, a través de ampliación y mejoramiento. Estos trabajos, fueron ejecutados por la Unidad Técnica de Aguas Andinas y ESSAL, lo que benefició a 4.337 familias, afectadas por déficit hídrico en la zona central del país.
Para avanzar en sustentabilidad energética, Aguas Andinas ha desarrollado dos tipos de iniciativas de autogeneración: la co-generación y la instalación de turbinas. El biogás de la biofactoría de Mapocho-Trebal, es utilizado como combustible en los motores que producen energía eléctrica, donde la energía térmica del vapor de los gases emanados por combustión, también es aprovechada en el sistema de co-generación.
Planta autogeneradora de energía
La energía eléctrica que surge de la co-generación, es transformada para ser distribuida en la red principal de la planta y/o exportarse a los alimentadores de la red general del sistema interconectado central (SIC). En 2016, los cogeneradores produjeron 45.990.665 KWh de energía eléctrica, lo que significa que el 78,44% de la energía necesaria para el funcionamiento de la planta, fue cubierta con la autogeneración a partir de biogás.
Reducidas 42.279 Toneladas de CO2 en 2016
El biogás generado en las biofactorías de La Farfana y Talagante, se utiliza en las calderas para calentar los biodigestores, usados en la operación interna con un impacto positivo en la disminución de emisiones de Gases Efecto Invernadero, valorado en 42.279 TCO2 reducidas en 2016.
Gotagotham, es un programa de educación ambiental con énfasis en el uso responsable del agua que desde 2011, ha instruido a más de 34.000 alumnos de quinto básico. Para 2016, cerca de 4.830 niños y niñas de 100 colegios se sumaron a la iniciativa. De éstos, 36% está certificado por el Sistema de Calificación Ambiental de Establecimientos Educacionales (SNCAE). Durante tres meses, los profesores de ciencias del medio y tecnología, reciben materiales lúdico-pedagógicos en línea con el currículo escolar, incentivando a sus estudiantes a realizar acciones concretas en favor del medioambiente y enseñándoles sobre las etapas del ciclo del agua urbano y natural, así como también su responsabilidad y el papel de cada uno en su entorno.
Plataforma online
Como una forma de hacer extensivo el programa a todos los colegios de la Región Metropolitana, se desarrolló una aplicación online, en la que profesores y alumnos pueden descargar todo el material pedagógico, además de capacitarse con la ayuda de Aguas Andinas en conjunto con la Fundación Educacional Lo Barnechea.
Muy bien calificados
Destaca que el 90% de los alumnos opinó que Aguas Andinas es una empresa socialmente responsable, mientras el cuerpo docente calificó con nota 6,8 la instancia, mientras que un 100% de los apoderados reconoció positivamente el programa que realiza la empresa en el colegio de sus hijos.
Es un programa especial de repactación y normalización de deuda para las familias más vulnerables de la comunidad, que da facilidades de pago mediante un convenio social compartido, con un aporte municipal y del propio cliente, que permite refinanciar la deuda en 36 cuotas sin intereses. El valor de la cuota corresponde al 25% de la venta mensual, con un margen de caducidad de 8 cuotas impagas, plazo con el que se espera generar el hábito de pago en el cliente y facilitar la regularización de la deuda. Una vez facturadas las 36 cuotas, y siempre que el cliente haya pagado como mínimo, hasta la cuota 34, la empresa condona la diferencia dejando la cuenta al día. Aguas Andinas realiza operativos en terreno con sus colaboradores, las municipalidades y juntas de vecinos, llevando este beneficio directamente con los clientes.
Aguas Andinas te da la mano
Los clientes más vulnerables, que cuentan con cuotas impagas, pueden acceder al pago de 24 cuotas mensuales sin interés, cada una por un valor de $2.500, condonándose el resto de su deuda al mes 24, si el cliente abona oportunamente. Bajo esta iniciativa en 2016 se realizaron 2.572 convenios. Para promocionar este beneficio entre los clientes, se realizaron 60 jornadas en terreno en coordinación con las juntas de vecinos y municipios.
Convenios con cuota variable
Bajo este programa se realizaron un total de 13.611 acuerdos, condonando la deuda a 1.837 clientes por un monto total de $844.941.637. La cantidad de beneficiados disminuyó respecto del año anterior, dado que decreció la cantidad de personas con convenio vigente y con cláusula de condonación. No obstante, el monto condonado aumentó, debido a que los clientes beneficiados registraban deudas ya convenidas.
La Escuela del Agua es un proyecto estratégico de Aguas Andinas que buscar divulgar conceptos de desarrollo sostenible al interior de la compañía. En 2016, se llevó a cabo el programa de formación “Desarrollo Sostenible: la estrategia más allá de factores económicos”, que surge para formar a los integrantes del consorcio en temas que hagan frente a los cambios de la sociedad. Los participantes fueron capacitados y orientados en la creación e implementación de las estrategias de desarrollo sostenible, identificando posibles oportunidades para mejorar la relación con los usuarios, integrando los procesos de decisión focalizados en las preocupaciones sociales, medioambientales, éticas y laborales.
Desde la Escuela del Agua, se trabajó con profesionales experimentados que elaboraron e implementaron una propuesta de contenidos, pensada específicamente para el sector sanitario, con ordenación técnica y aplicación práctica. Durante las sesiones, se realizaron ejercicios y dinámicas sobre la comunicación con los grupos de interés, practicando con actividades en terreno que permitieron a los participantes usar el conocimiento adquirido. En síntesis, 94 colaboradores entre profesionales y directivos, participaron del programa que tuvo una duración de 8 horas y abarcó las diversas direcciones estratégicas del corporativo. Finalizadas las sesiones de formación, se evaluó el contenido y el formato de la iniciativa, obteniendo una valoración positiva con un nivel de satisfacción de 4,3 en una puntuación de 5.
El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, actualmente el reparto del agua no es el adecuado y para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.
La energía es fundamental para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo actualmente. Ya sea para el empleo, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o para aumentar los ingresos. El acceso universal a la energía es esencial.
La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.
A nivel mundial, el número de personas en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio y la crisis provocada por el COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada del Instituto Mundial de Economía del Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias económicas de la pandemia, podrían incrementar la pobreza en todo el mundo, afectando a un 8 % de la población mundial. Esta sería la primera vez, en 30 años, en que la pobreza mundial aumente.
El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.