En 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno, se reunieron en la histórica Cumbre del Desarrollo Sostenible realizada por la ONU, en la que aprobaron la Agenda 2030, una nueva carta de navegación para la humanidad con la tarea de alcanzar un desarrollo pleno al 2030.
En 17 objetivos de aplicación universal, estados, empresas y sociedad en general, se comprometieron a dirigir sus esfuerzos para lograr un mundo sostenible ampliando los avances alcanzados por agendas anteriores (Objetivos del Milenio), así como cumplir las metas que no fueron conseguidas.
Esta nueva Agenda, posee la singularidad de instar a todos los países, sean ricos, pobres o de ingresos medianos, a adoptar medidas que promuevan la prosperidad de sus habitantes al tiempo que protegen el planeta.
Reconocen que las iniciativas para acabar con la pobreza deben ir de la mano de estrategias que favorezcan el crecimiento económico y aborden las necesidades sociales fundamentales, entre las que una educación de calidad, salud, protección social y oportunidades de empleo digno, son pilares fundamentales para cualquier sociedad que pretenda lograr un desarrollo pleno.
A pesar de que los ODS, no son jurídicamente obligatorios es de esperar que todos los gobiernos que adscribieron esta Agenda, los adopten como propios y establezcan marcos nacionales para su concreción.
Los países firmantes tienen la responsabilidad de su seguimiento y examen de los avances conseguidos, por tanto recopilar datos fiables, accesibles y oportunos, es primordial.
Las actividades regionales de seguimiento y examen, se basan en análisis realizado por cada país y estos, contribuyen al seguimiento y examen que hace Naciones Unidad a nivel mundial.
Para lograr estos objetivos, es necesario basar los esfuerzos en la colaboración, en la que todos todos los actores sociales, deberán desarrollen opciones que busquen mejorar la calidad de vida de las personas de manera sostenible, siendo capaces de traspasar a las generaciones futuras, orientaciones y metas claras de desarrollo acorde a las prioridades y desafíos de cada país.